domingo, 26 de mayo de 2013

Un metro y medio...

Lo que más me llamó la atención del tráfico en Francia cuando estuve hace un par de veranos por Gabarnie es la cantidad de ciclistas que hay por las carreteras pirenaicas francesas. Básicamente de carretera, porque la MTB la verdad que brillaba por su ausencia. Debe ser por las restricciones para acceder con vehículos de cualquier tipo por los caminos y pistas del parque natural. La convivencia entre vehículos de motor y bicicletas es admirable. En el mismo pueblo de Gabarnie es constante la llegada y salida de bicicletas, tanto de carretera como cicloturistas con sus alforjas y bidones cubriendo la bicicleta. Otra señal de la cultura de la carretera que existe es la cantidad de autocaravanas que circulan por ellas. Estoy refiriéndome a carreteras estrechas de montaña, reviradas y sin arcén durante muchos kilómetros. Recorrí varios kilómetros por carreteras y puertos de la zona, algunas de ellas por donde las etapas del Tour iban a pasar, por lo que prácticamente la mayoría de vehículos eran autocaravanas y bicicletas.

Mi estancia por la zona coincidió con las etapas del Tour de France en el Torumalet, por el cual ese año pasaron dos veces, una de ellas como final de etapa, por lo que el número de ciclistas en las carreteras era considerable. Ver ciclistas de todos los países llenando las carreteras y observar cómo los coches y demás vehículos tenían la paciencia y la educación de esperar el momento adecuado para adelantarlos fue algo que me llamó la atención ya que aquí en España parece que carecemos de la suficiente paciencia, o sentido común, para hacer un adelantamiento cuando es debido. Lo mismo ocurre en otros países; la mejor adecuación para el tráfico ciclista en carreteras y ciudades unido a la educación viaria que existe hace la vida del ciclista mucho más fácil... y segura. Un ejemplo, aplicado a los peatones, es lo que ocurre en Alemania; sólo hay que acercarse a un paso de peatones para que los coches paren; y no es necesario llegar al bordillo y parar a mirar si los coches te van a dejar pasar, tan sólo acercarse a él es suficiente. Aquí parece que muchos conductores no saben todavía que después de cada esquina hay un paso de peatones.

Cuando salgo por carretera la verdad es que la mayoría de conductores respetan las distancias de seguridad y esperan el momento adecuado para adelantar, pero todavía hay muchos conductores que no respetan estas mínimas normas de seguridad y nos ponen en peligro. Para llamar la atención sobre ello este ciclista amateur va a recorrer una distancia considerable por Catalunya, Aragón y Francia con la intención de concienciar a conductores sobre la importancia de respetar las normas. Cualquier iniciativa en este sentido es bienvenida. Y sería también deseable que las administraciones pusieran la mirada en otros países para que adopten muchas de las soluciones ya implementadas y que el tráfico sea seguro para todos.

Por nuestra parte, los ciclistas, también tenemos mucho a hacer en este sentido, ya que también hay normas para nosotros; algunas incluso éticas o de simple sentido común. Pero esta es otra historia que merece otra entrada otro día.




No hay comentarios:

Publicar un comentario