domingo, 10 de noviembre de 2013

Montserrat

La Cadireta y la Roca Foradada, desde Sant Pau Vell
Montserrat (Mont viene de monte y Serrat de serrado) es probablemente el macizo más significativo de Catalunya. Situado cerca de Barcelona, hacia el NO, entre las comarcas de la Anoia, el Baix Llobregat y el Bages es conocido por su monasterio benedictino y por ser un lugar muy apreciado, sobre todo, por escaladores y también por senderistas. Es fácil avistar por sus verticales paredes y agujas alpinistas trepando en busca de las cimas de las imponentes agujas. Ofrece además una gran cantidad de alternativas de rutas de senderismo, tanto para hacer excursiones tranquilas, familiares y sin dificultad como otras que requieren fondo físico, resistencia al vértigo y habilidad para superar sus pasos equipados por canales y barrancos. Todo esto entre impresionantes agujas y picachos que hacen de su perfil un lugar único, visible prácticamente desde cualquier pico, por modesto que sea, o sierras a considerable distancia. Su acceso mediante funicular y tren cremallera, o incluso por carretera, permite iniciar infinidad de rutas desde el mismo monasterio. Pero siempre es más excitante, y exigente físicamente, hacerlo desde cualquier punto en su base, como desde Monistrol de Montserrat. 
Vistas al patio cerca del Coll de Porc
Mertxe, Esther, Alex y un servidor decidimos ir en busca de una ruta que hicimos hace algún tiempo y en la que nos despistamos en un punto determinado, volviendo al refugio Vicenç Barbé para remontar de nuevo por la Canal Ampla y retomar seguidamente el sendero que seguíamos por la parte superior de la sierra. Esta vez volvimos a despistarnos en el mismo lugar y volvimos a perdernos el tramo que precisamente queríamos recorrer. Las marcas rojas se mezclan en un lugar con otros de color púrpura, perdiemos las primeras y volvimos a repetir la ida que ya realizamos.
Una de las canales equipadas
Es de todas maneras una ruta muy divertida, con pasos equipados con cuerdas, cadenas y clavijas; algunos de ellos no son aptos para personas que sufran de vértigo o no se sientan seguras descendiendo por tramos verticales. Además pasaremos por miradores que nos ofrecerán vistas espectaculares a los valles en ambas vertientes y a las paredes que a nuestros costados surgen anunciando su imponente y amenazadora verticalidad.
El descenso desde el Coll de Porc (o Port en otras ediciones) es hacia la vertiente norte, para pasar por la Cadireta y la Roca Foradada, mil veces contemplada en nuestras excursiones por la zona y que, curiosamente, nunca antes habíamos visitado. Por ella un hombre pájaro atravesó este imponente accidente geográfico a ¡¡¡250 kms/h!!! 



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