domingo, 15 de diciembre de 2013

Navidades


Ya tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina, con sus típicos tópicos, o viceversa. Estos son días en los que relajamos algunas buenas costumbres, como la de no parar al restaurarte de montaña de turno a paladear una botifarra y beber vino en porrón a mitad de la ruta. Es costumbre de los amigos de este blog dedicar esas horas de encuentro ciclista a consumir nuestro esfuerzo en pedalear, disfrutar de la ruta y recorrer kilómetros por pistas y senderos. Algunas veces cuanto más complicados mejor, como esa práctica habitual de ir a por los senderos más vertiginosos y técnicos cuando se descienden pero que algunos se empeñan en ascender. 

Hoy nos hemos saltado la regla y hemos aprovechado estas fechas para degustar un suculento almuerzo a base de embutidos, botifarras pa amb tomaquet i all; todo regado con un vino en porrón y alguna cervecita, café y unos deliciosos digestivos, léase orujos. La ruta hasta el restaurante en las montañas de Molins de Rei, en pleno parque de Collserola, ha sido, como no podía ser de otra manera, en su mayoría por senderos con un más que respetable nivel técnico algunos; y una espectacular subida por una pista en pésimas condiciones, con unas rampas importantes y con el suelo lleno de piedras, rocas, escalones y esas pequeñas ramas que quedan en el suelo cuarteadas después de la limpieza de caminos de rigor. Una vez superada ha sido curioso contrastar los pies que cada uno ha hecho.  

- ¡Yo sólo 2!
- ¡Y yo!
-¡Yo 3!
- Puff... pues yo he subido un buen trozo andando... mira que sois burros...
- ¿Pero alguien ha podido subir algún tramo sin bajar de la bici?

8 de los 13 que hemos celebrado el almuerzo de Navidad
Un par de pinchazos han sido las únicas incidencias; y la vuelta a casa por el río a sako ha sido lo mejor que podíamos hacer para sudar el alcohol que, moderadamente, hemos consumido durante el almuerzo.

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