Mi estancia por la zona coincidió con las etapas del Tour de France en el Torumalet, por el cual ese año pasaron dos veces, una de ellas como final de etapa, por lo que el número de ciclistas en las carreteras era considerable. Ver ciclistas de todos los países llenando las carreteras y observar cómo los coches y demás vehículos tenían la paciencia y la educación de esperar el momento adecuado para adelantarlos fue algo que me llamó la atención ya que aquí en España parece que carecemos de la suficiente paciencia, o sentido común, para hacer un adelantamiento cuando es debido. Lo mismo ocurre en otros países; la mejor adecuación para el tráfico ciclista en carreteras y ciudades unido a la educación viaria que existe hace la vida del ciclista mucho más fácil... y segura. Un ejemplo, aplicado a los peatones, es lo que ocurre en Alemania; sólo hay que acercarse a un paso de peatones para que los coches paren; y no es necesario llegar al bordillo y parar a mirar si los coches te van a dejar pasar, tan sólo acercarse a él es suficiente. Aquí parece que muchos conductores no saben todavía que después de cada esquina hay un paso de peatones.
Cuando salgo por carretera la verdad es que la mayoría de conductores respetan las distancias de seguridad y esperan el momento adecuado para adelantar, pero todavía hay muchos conductores que no respetan estas mínimas normas de seguridad y nos ponen en peligro. Para llamar la atención sobre ello este ciclista amateur va a recorrer una distancia considerable por Catalunya, Aragón y Francia con la intención de concienciar a conductores sobre la importancia de respetar las normas. Cualquier iniciativa en este sentido es bienvenida. Y sería también deseable que las administraciones pusieran la mirada en otros países para que adopten muchas de las soluciones ya implementadas y que el tráfico sea seguro para todos.
Por nuestra parte, los ciclistas, también tenemos mucho a hacer en este sentido, ya que también hay normas para nosotros; algunas incluso éticas o de simple sentido común. Pero esta es otra historia que merece otra entrada otro día.
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