Salida con el objetivo de ascender hasta La Clota en el macizo del Garraf por el Purgatorio, una pista que asciende en fuerte pendiente desde Gavá. La Clota es un llano desde el que es posible tomar diferentes caminos para recorrer el macizo del Garraf.
Castell d'Eramprunyá |
saliendo por encima del manillar) para descender por un rápido sendero. Estamos siguiendo un tramo del GR-92. De nuevo en una pista que pronto se abandona para afrontar un ascenso técnico por otro revirado sendero que llevará no poco trabajo superar. Tras cruzar la carretera de Gavá a Begues se sigue una pista que se deja en el depósito de agua Dipósit Vell de la Sentiu para seguir por una trialera que discurre entre los postes eléctricos; un par de veces habrá que bajar de la bici para superar algún escalón, pero son escasos metros.
Siguiendo hacia Can Vinyes llega la subida conocida como el Purgatorio, zona de peregrinaje ciclista, a la sombra de Les Agudes (el frutero ha partido un pasador de la suspensión trasera y no tiene más remedio que volver; ¿te has hecho daño le acompaña). Durante la fuerte ascensión hay algún llano y un corto tramo de bajada que permiten recuperar fuerzas, pero la subida final hasta La Clota vuelve a ser algo dura (en La Clota el bajador dice no estar hoy al 100% y toma el camino sencillo para volver; el recuperación progresiva le acompaña que el accidente de moto está todavía reciente).
Desde aquí se sigue por el sendero, técnico y difícil, que conduce hasta la pista que lleva al Castell d'Eramprunyá; una vez en ella en lugar de dirigirse a él se toma hacia la derecha hasta llegar al camino que acabará de nuevo en Can Vinyes. Es una salvaje trialera llena de escalones de roca, piedras, arena y raíces que obliga a dar todo con las piernas y los brazos; hay tramos vertiginosos y otros que se requiere de buen equilibrio para superarlos. Un castigo físico para los ciclistas y para las bicis. Es un sendero largo (hasta que nos caigamos dice el cuñado) que hacemos prácticamente sin parar e intentando no poner el pie en el suelo; sólo en un par de sitios tenemos que bajar de la bici. Hay que ir tan atento a lo que tenemos delante que pasamos algunos obstáculos sin ver la trazada que hay que hacer luego, y eso en un par de zonas peligrosas nos hace bajar de la bici. En el recorrido se encuentran restos de una masía y algún puente, y muros de lo que debería ser el camino años atrás o márgenes de cultivo: no hay tiempo para mirarlo con detalle y no queremos parar; a pesar de ser una bajada lenta , trialeando, la adrenalina nos lleva en volandas. Vale la pena planear una excursión a pie por esta zona.
Al llegar a Can Vinyes nos encontramos eufóricos, hemos compartido una gran bajada y comentamos, entre bufidos, lo complicados que eran algunos pasos y cómo hubiéramos quedado si llegamos a caer. El camino de vuelta es prácticamente por el mismo sitio que por dónde hemos venido (el cuñado nos deja en Gavá). Algún que otro sendero para variar y bajada por la riera de Sant Climent para evitar la carretera.
La ruta es difícil por el nivel técnico de algunos senderos, y en especial los que se hacen de subida, pero sobre todo por el tramo desde La Clota hasta Can Vinyes. Hay que tener cuidado en ese camino y, si no se conoce, evitar ir sólo si se quiere recorrer entero ya que es algo arriesgado, a pesar de que no es un lugar solitario y es fácil encontrar otros ciclistas o senderistas y "runners".